Acabamos la pasada semana leyendo un post con este sugerente título. Y nos ha encantado. Su autor es , presidente de la mítica IDEO y gurú de la innovación y del Tim BrownDesign Thinking. Y la verdad, creo que a algunos nos ha reconfortado. ¡No somos tan raros! :-)
Tim Brown hace referencia a un informe presentado en el Parlamento de Gran Bretaña sobre educación y emprendedores. Sabemos de la importancia de la atención relajada en cualquier persona que desee o necesite innovar. En ser más creativo para encontrar soluciones ante cualquier reto o problema, del tipo que sea. En nuestras empresas o en nuestras vidas. Y nuestra capacidad de innovar será la que nos permitirá, en muchos casos, adaptarnos a los cambios que nos traen los nuevos tiempos. Y ¿por qué no? Llegar a cambiar el mundo. Empezando por nuestro mundo y nuestro futuro. Y sirve tanto para educar y emprender, como para definir una nueva vida profesional, encontrar la forma de darle un giro a mi pequeño negocio, encontrar mis talentos o diseñar un plan estratégico o una nueva cultura corporativa.
“Todas las verdaderamente grandes ideas
son concebidas al caminar”
Friedrich Nietzsche
¿Cómo podemos definir la atención relajada? Vendría a ser un estado mental que se encuentra a medio camino entre estar profundamente relajados, o en un estado de meditación, y estar extremadamente concentrados realizando alguna actividad que requiere de una gran atención.
¿Cómo funciona? Sugerimos tener perfectamente definido el objetivo que queremos resolver, y contar con la mayor información que podamos. Para posteriormente, en lugar de estar constantemente dándole vueltas y más vueltas al problema, con obsesión, alejar la atención de nuestra mente de la solución de ese problema. A partir de ese momento nuestro cerebro tiene una mayor facilidad para realizar nuevas y sorprendentes conexiones, descubriendo soluciones creativas y tremendamente útiles.
Sí, lo sabemos, parece magia. Y esta es la gran paradoja. Cuando “alejamos” nuestra mente de un problema importante, nuestro cerebro sigue trabajando automáticamente en su resolución, a un nivel más subconsciente. Al dejar de estar concentrados-bloqueados, le facilitamos el encontrar soluciones, como apuntan los estudios en neurociencia. Por eso, muchos nos miran con caras raras cuando proponemos realizar actividades que no tienen nada que ver con la solución de un problema urgente e importante. Parece que perdamos el tiempo. ¡Pero es un atajo!
Los tres puntos que nos propone Tim Brown en esta línea son:
- Alejémonos del problema. Pero “alejémonos” físicamente. Por ejemplo, dando un paseo. Entretengamos nuestra consciencia con lo que vemos, oímos y sentimos mientras caminamos. Y no suframos. Nuestro cerebro está trabajando para nosotros de forma más eficiente.
- Llevemos siempre con nosotros una libreta u otra forma de anotar nuestros pensamientos. Muchas veces tenemos la sensación de que cuando tenemos una idea, ésta se queda a vivir con nosotros para siempre jamás. Pero lo que sabemos, es que el cerebro suele perder gran cantidad de ideas que no quedan anotadas.
- ¿Nos gusta remolonear en la cama antes de levantarnos? ¡Qué gran noticia! Desde luego ese es justo un estado natural ideal para la atención relajada. Acabamos de abandonar el mundo de los sueños, y recién regresamos al estado de consciencia. En ese tránsito, este servidor, ha encontrado un filón para las nuevas ideas y soluciones. Aunque hay que entrenarlo. De paso convertiremos un problema (levantarse por las mañanas), en una fantástica forma de empezar el día. Disfrutemos de ese momento de pereza, mientras el despertador vuelve a sonar unos minutos después de silenciarlo, sabiendo que probablemente aparecerán ideas y pensamientos interesantes, que nos ocuparemos de recoger en cuanto pongamos el pie en tierra. Curiosamente, cuando aparecen esas soluciones, con seguridad nos levantaremos con una gran cantidad de energía y optimismo
Y tú ¿Qué más haces para solucionar problemas?